La copa de vino

La copa de vino

La forma de la copa de vino tiene cierta influencia en nuestra percepción de las cualidades de un vino. Mucha gente piensa que los aromas y sabores de un vino serán los mismos, independientemente de la calidad, diseño y tamaño de la copa. Sin embargo, todos los aficionados al buen vino y sus secretos saben que el contenedor es casi tan importante como el contenido. Además de ser un objeto que os ayudara a descubrir la esencia y los perfumes de los vinos, las copas suelen ser muy agradables también al nivel visual, por sus formas redondeadas y su transparencia. Por lo tanto, la copa de vino actua como un actor principal. El vidrio actúa como un revelador: Ayudara (o no) a descubrir algunos aspectos y características intimas del vino. La mejor analogía es la de la música: se puede escuchar a Mozart en el transistor de nuestro abuelo, la música en sí no será horrible, pero nos perderemos muchas cosas comparado a una escucha en la opera. El vidrio está presente en todos los aspectos de la cata: El ojo: sus formas y apariencia, nos ponen en un cierto estado de ánimo. La Nariz: el vidrio ayudara a revelar más o menos sabor, con más o menos fuerza. La forma de la boca tiene una influencia en la aireación del vino, el toque de los labios, la entrada de aire y la velocidad del líquido desde la copa hasta la boca. El tamaño y forma son muy importantes, mientras la materia prima tiene mucha menos importancia. Es mejor evitar las copas con dibujos y los vidrios de color,...