En Valencia, los amantes del vino tienen una visita casi que obligada por hacer: la ruta del vino de Utiel-Requena, un recorrido que abarca diez municipios a través de los cuales se puede recorrer una zona única en el mundo formada por viñedos y cuya
principal fuente de ingreso de sus habitantes proviene del vino.

Si bien su nombre hace referencia a dos municipios que la integran, la ruta del vino de Utiel-Requena atraviesa los municipios de Camporrobles, Caudete de las Fuentes, Chera, Fuenterrobles, Requena, Siete Aguas, Sinarcas, Utiel, Venta del Moro y
Villargordo del Cabriel.

Debido a su gran atractivo natural por estar situada a pocos kilómetros del mar Mediterráneo, la ruta del vino de Utiel-Requena se ha convertido en uno de los senderos más destacados de Valencia atrayendo la atención del turismo y permitiéndoles a los pobladores basar su ingreso económico en el vino desde hace más de 20 años.

La ruta del vino de Utiel-Requena reúne alrededor de 40.000 hectáreas de viñedo en las que trabajan alrededor de 7000 viticultores. De la elaboración de sus vinos se destacan los tintos y los rosados, los cuales se elaboran en base a la variedad tinta
Bobal, teniendo esta ruta prácticamente la exclusividad de cultivo a nivel mundial.

Además de su distinguido paisaje y producción de vino, otras de las características que han hecho a la ruta del vino de Utiel-Requena conocida es que cuenta con 100 bodegas en donde los visitantes pueden catar vinos, la gran variedad de restaurantes en donde disfrutar de una excelente gastronomía local y los recorridos históricos por el museo del vino.

La ruta del vino de Utiel-Requena también se caracteriza por su fácil acceso, ya sea a través de carreteras o ferrocarril. Esto permite que la llegada a esta zona sea dinámica, lo que facilita el traslado tanto a pobladores como turistas.

Quienes lleguen a la ruta del vino de Utiel-Requena vivirán la experiencia de estar en una zona única en el mundo reconocida por la extensión de sus viñedos, la exclusividad de sus vinos y por un recorrido inigualable donde se mezclan la naturaleza y sus
sabores.