Hubo en cierta ocasión un viticultor en la región de Madrid que se esforzaba en cuidar con mimo las viñas que cuidaba, con la particularidad de que lo hacía con los pies descalzos; recorría a diario sus tierras para inspeccionar con cuidado sus uvas del tipo Albillo, procurando no dañarlas ni siquiera por la acción de sus botas en el suelo. En honor a este vinicultor tan amoroso con sus viñas se ha llamado Piesdescalzos a este vino blanco y potente procedente de este tipo uva, el albillo, la variedad principal en la Denominación de Origen de los vinos de la Comunidad de Madrid.

Piesdescalzos 2010

Piesdescalzos 2010

Hablar de Piesdescalzos es hablar de un vino blanco, sabroso y con cuerpo que sin resultar exclusivo es un caldo excelente al alcance de todos, la democratización del placer, la certeza de que cualquier paladar capaz de deleitarse con un vino tan exquisito como éste puede hacerlo a un precio asequible al común de los bolsillos.

Piesdescalzos es sin duda un vino de enorme calidad, presenta un amalgama de aromas que romperá en su nariz antes de que pueda hacerlo en su boca, la suma de cítricos con el suave olor de las grosellas, la adición del perfume de los huesos de albaricoque con un toque mineral y un regusto inconfundible de avellanas que supone la antesala perfecta a la explosión de sabor que supone un caldo como éste cubriendo cada resquicio de la boca. Un cúmulo de aromas frutales en definitiva, donde tampoco se echa en falta pinceladas de ahumados y balsámicos, de chocolate incluso, que logra anticipar con éxito el momento en el que por fin el caldo entra en contacto con las papilas gustativas.

Un vino blanco como éste, de 14º de deliciosa graduación conseguida a través de una crianza larga en barrica, como si de un vino clásico de los que se elaboran en la Rioja se tratara, posee cualidades equivalentes a los caldos tintos por su potencia.

Servido a una temperatura de entre ocho y diez grados centígrados, el sabor en boca se desmarca amplio, cálido y untoso, un placer para el sentido del gusto capaz de satisfacer los paladares más exigentes, incluso aquéllos más acostumbrados a las bondades de un buen vino tinto.

Como decimos, este vino se llama Piesdescalzos en honor a cierto vinicultor, pero también podría haberse llamado Elvis Presley o Joe Cocker por sus características, ya que después de todo se trata de un blanco que canta como los tintos.