Aprender a catar vinos es una aventura sencilla que profundizará su aprecio tanto por los vinos como por los enólogos. Vista, olor, sabor – a partir de nuestros sentidos básicos podemos aprender a catar vinos como los profesionales en muy poco tiempo. Tenga en cuenta que se puede oler miles de aromas únicos, pero su percepción del gusto se limita a salado, dulce, ácido y amargo. Es la combinación del olfato y el gusto que le permite discernir sabor.

La cata, llevada a su sitio, es un acto analítico, debemos alejarnos de prejuicios, predisposiciones e ideas preconcebidas. En ocasiones, o mejor, a menudo a la hora de catar un vino nos dejamos llevar por factores como la presencia, la zona, la bodega o hasta el concepto que tenemos de la marca. Si somos sinceros con nosotros mismos, objetivos, nos llevaremos decepciones a la vez que gratas sorpresas. Podemos ayudarnos en esta tarea envolviendo la botella o bien utilizando copas opacas, en definitiva, simplemente haciendo caso solamente de nuestros sentidos.

Intentaremos, con el fin de ser imparciales, realizar la cata en buen estado de animo, alejados del cansancio y de factores psíquicos que alteren nuestra percepción de nuestros sentidos, la disposición debe ser neutra.

Condiciones para catar vinos

  • Procuraremos un nivel de luz adecuado, a poder ser luz natural del sol.
  • Utilizaremos copa apropiada para la cata, siempre se ha recomendado la utilización de un catavinos (que mejor nombre), existen medidas normalizadas que dictan perfectamente las proporciones y dimensiones del mismo. Desde aquí recomendamos, a nivel particular, que utilicéis una buena copa de tipo Burdeos (excepto para vinos especiales y espumosos), que permita acercar la nariz y percibir con nitidez los aromas del vino.
  • Hay que procurarse una mesa de color blanco, necesitamos identificar las diferentes tonalidades que el vino nos ofrecerá en las diferentes catas, y necesitaremos un contraste inequívoco.
  • Deberemos realizar la cata en un espacio cerrado, huyendo de factores y aromas externos. Consecuentemente, el tabaco, las velas perfumadas, colonias y ambientadores son enemigos íntimos del acto de la cata.
  • Estaremos mas perceptivos a la cata, en las horas anteriores a la comida o a la cena.

Aunque la cata, en sí, es subjetiva, trataremos de objetivizarla en lo posible, la cata consiste en realizar un análisis, mucho antes que realizar juicios de valor. Un vino puede presentar una acidez fresca en el postgusto, que nos podrá gustar o no, pero ante todo, deberemos identificarla.

En próximos artículos veremos como realizaremos la cata a tres niveles, fase visual, fase olfativa y fase gustativa.

 

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